Nunca aprendí a coser como mi abuela, mi segunda madre. Pero sí que me transmitió que lo hecho a mano sabe mejor.
Me llamo Tony, y me encanta captar historias de amor en película.
Soy un enamorado de las historias, hacen a cada pareja especial y única. Amo la sencillez de la luz y como va transformando todo lo que toca en cada uno de sus volubles momentos de intensidad.
Amo la impresión que provoca en mí ese irrepetible instante de emoción, alegría o euforia, para hacerlo eterno. Y que dejo guardado con delicadeza como el mejor de los tesoros.
“Si quieres recordar algo, concéntrate en tus emociones”, que razón tiene Jorge Belzunces. Y eso pretendo cada vez que cuento una historia, que la reviváis una y otra vez y que conectéis con las de toda una vida rodeados de la gente que os quiere.